Se tratan de dos de las fiestas más importantes del país y suelen acarrear mucha confusión entre ambas ceremonias ya que, aunque son festividades diferentes, suelen coincidir en el tiempo. Normalmente en el mes de noviembre. Esta fecha es la elegida debido a que los budistas creen que los ríos se llenan al máximo y la luna está en su momento más brillante. Momento perfecto para soltar un krathong en el río o lanzar una lámpara y pedir un deseo para el nuevo año.
La ciudad de Chiang Mai es posiblemente el mejor lugar para disfrutar del Loi Kratong y el Yi Peng en todo su esplendor, aunque estas ceremonias también se celebran en otras ciudades del país y del sudeste asiático.
Ambos tienen sus propias ceremonias de apertura en la ciudad, y suelen coincidir en días diferentes.
Los días previos al Loi Krathong y el Yee Peng, toda la ciudad de Chiang Mai se viste de gala con lámparas de colores, velas y decoraciones. Es realmente precioso ser testigo de la transformación de la ciudad paseando por sus calles. 🙂
Durante la celebración, en la ciudad hay espectáculos de bailes, conciertos, linternas, fuegos artificiales, desfiles y preparación de Krathong (este último normalmente en la plaza The Three Kings). Las mujeres se visten con la vestimenta típica y toda la ciudad se llena de colores y más sonrisas aún si cabe.
Si quieres conseguir información sobre el calendario de cada festividad, durante esos días en Thapae Gate encontrarás una mesa informativa con folletos oficiales sobre los horarios y los lugares donde se realizarán los diferentes eventos y ceremonias.
LOI KRATHONG: EL FESTIVAL DEL AGUA
Se dice que la tradición del Loi Krathong (festival del agua) se originó en la India en honor a la diosa hindú de las aguas. En Tailandia, además de venerar a Buda con las luces de las velas, el acto de hacer navegar pequeñas barquitas por el río simboliza el agradecimiento por todo lo bueno y la renuncia y superación de todos los rencores y puntos flacos de uno mismo con el fin de comenzar una nueva vida sin ellos.
La mayoría de las balsas que se ponen a navegar por el río suelen estar hechas con un tronco y hojas de banano, flores, incienso y velitas, aunque también los encontrarás de cucuruchos de helados de colores, gusanitos (los de comer que no son bichos!) y con muñecas decorando el interior… Eso sí, todos hechos con mucho esmero y creatividad.
Si te preocupa no poder hacer el tuyo, tranqui, en la ciudad el día de la ceremonia encontrarás las calles cercanas a los canales del río repletas de puestecitos callejeros con todos los tipos y tamaños.
El Loi Krathong termina con una colorida cabalgata que parte desde Thapae Gate, uno de los puntos clave de la ciudad. Ahora puedes verla en este vídeo:
YEE PENG: EL FESTIVAL DE LAS LINTERNAS
Paralelamente, en la ciudad de Chiang Mai, el festival de las linternas Yi Peng se lleva a cabo en el mes de noviembre de cada año, iluminándose el cielo con una maravillosa procesión de lámparas flotantes, denominadas Khom Loi.
Al igual que en el Loy Krathong, el acto de lanzar la linterna encendida al cielo representa el dejar atrás todos los males y pedir nuevos deseos para el nuevo año venidero.
Aunque la ciudad entera está llena de personas lanzando sus linternas, un lugar de reencuentro de miles de personas alejado de las luces y el ruido de la ciudad para vivir el Yee Peng (festival de las linternas) de un modo inolvidable se trata del templo Lanna Dhutanka, situado detrás de la universidad Mae Jo. Está a media hora en moto de Chiang Mai y es increíble cómo en la oscuridad de la noche todo el mundo se reúne lleno de ilusión.
Sin lugar a dudas, se trata de una noche mágica.
¿Qué lugar es el mejor para disfrutar del festival de las linternas?
Las entradas para el espectáculo (ceremonia budista previa al lanzamiento) dentro del templo son muy caras, y cada año suben de precio, pero frente a la puerta del templo, en torno al río, se reúnen de igual modo miles de personas y es gratis. Nosotros optamos por la segunda opción.
Hay muchos tailandeses que hacen convocatorias de grupos privados para lanzarlas juntos desde fuera. Alucinarás cuando veas el montón de puestos de comida y bebidas y ventas de lámparas que hay a lo largo del río frente al templo, y ya el culmen será cuando disfrutes de un cielo lleno de velitas cargadas con buenos deseos.
Un consejo, aunque las linternas se volaron a las 19:30 nosotros llegamos a las 17:00. Compramos allí mismo las linternas y algo de cenar, y escogimos un buen sitio donde hacer picnic sobre una mantita mientras esperábamos observando cómo se llenaba todo de gente. Llegar pronto es una opción muy recomendable para evitar atascos y coger buen sitio.
¿Y dentro de la ciudad?
Para terminar con el festival Yee Peng, tenemos que decir que aunque fuimos al templo, no nos quisimos perder el ambiente de la ciudad. Por ello, pasamos por uno de los puntos principales de celebración tanto de turistas como de gente local, el puente Nawarat, para disfrutar la festividad desde otra perspectiva.
El ambiente allí se aleja completamente de la tranquilidad y la emotividad que puedes disfrutar en el templo Lanna Dhutanka, pero es emocionante e impactante ver continuamente el cielo lleno de lámparas y la ilusión con la que miles de personas encienden sus linternas para que vuelen al cielo mientras te rodea el ruido de fondo de los fuegos artificiales, las motos y los mercados de las calles de la ciudad.
¿De qué materiales están hechas las lámparas voladoras y cómo funcionan?
Las linternas están hechas de papel de arroz sobre un marco de bambú o de alambre (tenemos que decir que todas las que vimos fueron de alambre…), encontrándose en la parte baja de su interior una base de cera de parafina, la cual al encenderse crea una llama constante que hace que el aire caliente eleve la linterna al cielo, y haciendo que se mantenga en el aire mientras la llama sigue viva. Esto quiere decir que en el momento que se apaga la llama la lámpara (o lo que quede de ella) cae al suelo.
Pd: Recuerda que al fin y al cabo es un exceso que se lleva el agua y el cielo, sé prudente y cuida el medio ambiente en la medida de lo posible con la opción menos dañina… 😉
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